Yo elegí esta imagen y el genero era de terror.
Las Horas.
Otras vacaciones de invierno en las cuales su familia iba al sur, donde su abuela vivía. Era más bien una cabaña en el bosque, a un kilometro del pueblo más cercano. Aburrido, ¿no? Más de uno estaría de acuerdo, pero no Elsa. Claro, ella solamente tenía 10 años y su abuela creía que en un par de años lo encontraría aburrido. La anciana siempre bromeaba con “aprovechar el tiempo con su nieta”, ya que no tardaría en crecer y querer pasar tiempo con sus amigos. Aunque no lo demostraba, a la niña le dolía escuchar eso. ¿Por qué su abuela pensaba eso? Ella no era su hermana, quien siempre se quejaba y suplicaba a sus padres que la dejasen con su mejor amiga. Sin embargo, siempre se rehusaban.
El lugar siempre fue tranquilo y fresco, lo cual Elsa amaba porque odiaba el calor. No había internet, ni señal, pero realmente no importaba. Extrañaría un poco a su programa favorito, pero nada más.
Sin embargo, ese viernes frío sucedió algo... extraño. Elsa y su hermana estaban encargadas de buscar leña para la chimenea, ya que no tenían un calefón y la temperatura bajaba.
- Odio este lugar. - se quejó, por lo que pareció la décima vez, suspirando en agonía.
- ¿Por qué? ¡Mira todo el espacio que hay! - dijo Elsa, señalando a los árboles. - Nuestro patio no es muy grande.
- ¿De qué sirve el espacio si no...?
Entonces escucharon una alegre voz detrás de ellas, la de un jóven que cargaba leña.
- Hola, soy Esteban. ¿Se mudaron cerca? - Preguntó con una sonrisa. Tenía el cabello de un castaño oscuro y ojos color avellana, usaba menos ropa que ellas (debí de estar acostumbrado a ese frío ya)
- No, nosotras... ¿De dónde saliste? Pensé que el pueblo estaba a un kilometro...
- ¡Elsa! No seas grosera. - dijo su hermana, quien no paraba de sonreírle a Esteban. - Disculpala, ya sabes como son los niños...
- ¡No soy una niña! Y que no me disculpe, es un desconocido. Puede ser un asesino.
- ¡Elsa!
Sin embargo, el muchacho simplemente rió.
- No, la verdad es que es inteligente. Pero un extraño no te daría mi nombre si fuese un asesino, ¿o no?
¡Por favor! Uno, podría estar mintiendo y dos, ¡de nada servía saber el nombre de tu asesino si estabas muerta! Pero Elsa no iba a apuntar a lo obvio porque haría enojar a su hermana.
- Mi nombre es Sophie y ella es mi hermana Elsa. ¿Por qué no te he visto antes? Estoy segura de que te habría recordado.
La pequeña puso sus ojos en blanco y se marchó a buscar la leña, ya que su hermana parecía estar muy distraída. Tan distraída como para ver como ella se iba alejando y alejando. Elsa había caminado de un lado a otro, recogiendo cada leña que veía hasta que sus brazos no aguantaban más. Realmente creía que era lo suficiente mayor e inteligente para no perderse...
¡Que tonta! Sus padres debían de estar preocupados, como su abuela y... No, seguro que Sophie seguía hablando con ese tarado. No tenía reloj, por lo que no estaba segura de cuanto tiempo había pasado, pero estaba cansada.
"Elsa".
- ¿Sophie? - Pero no, no sonaba como ella. No sonaba como nadie que conociera...
- No deberías estar sola, Elsa.
Ella dio un salto, dejando caer algunas leñas, al escuchar esa voz. Se giró para ver quien le hablaba, pero no encontró a nadie.
- El punto no es que me veas, sino que no lo hagas. - explicó la voz.
- ¿Quién eres?
- Un ángel.
- ¿Por qué estas aquí?
- Estoy esperando.
- ¿A qué? - Elsa encontraba desesperante a ese ángel, que decía tan poco. ¡No podía aparecerse así y actuar tan misterioso!
- No actuó por actuar, pequeña. Dime, ¿cuántas horas crees que pasaron?
¿Horas?
- ¿Dos?
- Siete. - respondió la voz distante, lo cual hizo que Elsa tirase la leña y su corazón latiese muy fuerte. No, si hubiese pasado tanto tiempo entonces sería... Oscuro, estaba muy oscuro. - Tenemos que esperar.
Ella quiso preguntar a quien o a qué deberían esperar. Pero temía a la respuesta, así que se sentó bajo un árbol y se abrazó a sí misma. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no sentía frío, lo cual la hizo temer más. ¿Qué estaba pasando?
- ¡ELSA! - gritó alguien, un hombre. ¡Su padre! Contenta, corrió hacia él pero la ignoró. Fue entonces que noto a una niña en el piso, ella junto a su padre se acercaron a ella y... ¡No!
- ¡No puede ser yo! ¡No puedo estar muerta!
- Por eso es necesario esperar de vez en cuando, ¿no? No, no lo estas. Si hubiese pasado una hora más, sin embargo... Espero no verte por un tiempo, pequeña.
Un par de horas después Elsa se despertó en una cama, sin recuerdo de aquella voz que no volvería a escuchar dentro de setenta y cinco años.
Hola y bienvenida!!
ResponderEliminarTu relato está interesante, pero no creo que encaje dentro de la categoría. Es más fantástico que terrorífico, aunque ese es un detalle que podría solucionarse omitiendo decir que la voz que le habla es la de un ángel y que Elsa sienta un poco de miedo. Acá se limita a sobresaltarse y entonces se enfada con el ángel, como si en principio fuera normal hablar con uno.
Si no dices nunca que se trata de un ángel creas una ambigüedad interesante. Sobre todo porque años después vuelve a hablarle y entonces qué era, ángel, demonio, espíritu??
También te sugiero corregir la puntuación. La que utilizas en los diálogos es incorrecta, partiendo desde el punto de que el guión debe ser el largo, no el corto, y que los puntos no van antes del guión si luego dirás algo como "dijo".
Te comiste algunas letras, como la "a" en "debía", referida a Esteban, y también debes acostumbrarte a usar las comillas bajas en vez de estas; las otras son las preferenciales en nuestro idioma.
Espero seguir leyéndote.
Saludos!!
Este ángel de la muerte es muy dulce, casi para enamorarse de él.
ResponderEliminarMe alegra el final feliz de Elsa.
Abrazos!
Buenas noches, mucho gusto :)
ResponderEliminarNo me esperaba que apareciera un ángel para ayudarla, ha sido bastante desconcertante. Me gustó el final.
Un beso,
Ellora
A mí sí me parece que encaja, ¡si me dio escalofríos y todo! (cuando le dijo que habían pasado 7 horas se me puso la piel de gallina jaja)
ResponderEliminarMe encantó el relato, supiste manejar el ambiente y la tensión (fue muy fácil sentirte en el bosque!), es muy fantástico y hasta te deja una pequeña lección. Me gustó mucho! :)
Besote y bienvenida al grupo :D
Hola! Bienvenida al grupo.
ResponderEliminarConcuerdo con todo lo que te sugirió Maga. Incluso ví que faltaba alún que otro tilde por allí. De todas formas la idea está muy buena, diste un giro inesperado al final.
Saludos!!
Muy lindo, y me gustó el final feliz, felicitaciones :)
ResponderEliminarBienvenida al grupo, estoy segura que disfrutarás del reto mensual propuesto tanto como nosotros. El terror es tan subjetivo que tiene cabida cualquier situación que desarrolle una fobia. Saludos.
ResponderEliminarMe ha gustado, pero me hubiera gustado saber qué le pasó para que la encontrasen inconsciente en el bosque, ¿se cayó o algo? Me alegró que al final no le pasase nada malo. ¡Un beso!
ResponderEliminarMariana: Tenía la esperanza de que tu relato tuviese otro tema, pero no. La verdad fueron demasiados los que escogieron el género terrorífico.
ResponderEliminarEn fin, a pesar de todo, cada quién abordó el tema con su propia personalidad.
Con cariño: Doña Ku.
Aaaw.
ResponderEliminarSorpresas por doquier: el problema lo tiene la que no habla con extraños, la voz desconocida si es de un ángel... que haya un cuerpo, que no esté muerta todavía... ¿Cómo es que no vi venir nada de eso? Y mira, una historia que asusta pero termina bien. Eso me agrada.
hola!! me gusto tu blog ^^ ya te sigo ¿me seguir por favor? http://lacalaveraintelectual.blogspot.com.ar/
ResponderEliminar